¿Cómo Decirle A Una Mujer Que Te Gusta?

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No lo entiendes.

Llevas tiempo platicando con esa chica que tanto te gusta y todo parece ir muy bien, incluso notas que se muestra muy receptiva, ríe constantemente por tus ocurrencias y detectas en su comportamiento claras señales de interés hacia ti.

Sus conversaciones siempre son prolongadas, comparten risas y hasta han sustituido la charla trivial de los primeros días por temas más íntimos que jurarías que no comparte con cualquier persona.

Piensas que las cosas difícilmente podrían ir mejor. Comienzas a imaginar lo grandioso que sería besar por primera vez sus suaves y delicados labios. Fantaseas con las innumerables tardes que te esperan en su compañía, cuando, de pronto, ¡te confiesa que un chico la vuelve loca! Más tarde, tristemente te das cuenta de que ese chico… no eres tú.

Sientes como si una cubetada de agua fría te regresara de inmediato a la realidad, generando un corto circuito en tu interior. Le das mil vueltas a la situación tratando de comprender en qué fallaste, claro, si es que fallaste en algo, pues, según tú, todo pintaba de maravilla.

¿Te ha pasado?

Quizás me haya adelantado un poco, tal vez no sea tan drástica la situación, pero es una forma de decirte lo que podría suceder si dejas pasar mucho tiempo sin mostrarle tu interés.

Así es, saber demostrarle eficazmente tu interés a esa mujer que te arrebata el aliento es crucial para que la interacción avance y pueda tomar el rumbo que deseas, un rumbo sexual/emocional donde ambos ganen.

Si no lo haces, es casi seguro que la interacción se estancará, que tus probabilidades de ser correspondido se desvanezcan y que la posibilidad de construir la historia que ilusionas junto a ella se esfume para siempre.

Esconder o tratar de ocultar nuestro interés sexual, tarde o temprano, será interpretado por ella como un síntoma de debilidad, de falta de experiencia, valentía o desconfianza por nuestra parte.

Ya lo has escuchado por ahí: Las oportunidades no se desperdician, simplemente las aprovechan otros.

Y no dudes de que, si te duermes en tus laureles con las chicas que más te gustan, habrá otros hombres que lo aprovechen. En ocasiones, hombres que seguramente no serán ni tantito mejor que tú.

La pregunta es: ¿vas a ser el tipo de hombre capaz de propiciar que sucedan las cosas o seguirás dejando escapar valiosas oportunidades?

Sé que en ocasiones puede resultarnos intimidante manifestar nuestros deseos por miedo a que nos rechacen.

Pensamos que si damos un mal paso y nos equivocamos, podemos tirar a la basura lo que hemos construido hasta ahora y estropearlo todo.

Nos paraliza el solo hecho de pensar que puede ser un auténtico nocaut para nuestra autoestima no ser correspondidos.

Pero desarrollar la astucia para comunicar nuestros deseos de forma inteligente es necesario para que la interacción avance.

Lo mejor de todo es que, una vez que interiorices cómo funciona la atracción, puede resultarte más fácil de lo que parece.

La clave está en aprender a sentirte mucho más libre e identificado con tu parte sexual.

Esto te ayudará a mostrarte más atractivo y logrará contagiarle a ella esa sensación de deseo, propiciando que la interacción avance a ese punto de encuentro sexual.

¡Es momento de tomar acción y comenzar a nutrir tu vida de las experiencias más alucinantes!

La mayoría de las veces es cuestión de voluntad desarrollar tus habilidades sociales.

Para que logres hacerlo, te ofrezco a continuación los siguientes puntos, que te ayudarán a tener un panorama más amplio, a agudizar tu percepción y a afinar tu intuición para que sepas detectar con certeza los momentos clave donde puedes demostrarle que te gusta.

1.Genera tensión sexual

No nos engañemos, muchas veces, a los hombres sólo nos basta una sonrisa encantadora, un escote generoso, unos jeans ajustados o un cuerpo sexy para quedar fascinados y sentirnos rápidamente atraídos.

Pero si queremos contagiar la misma clase de sensaciones, debemos adquirir en nuestro comportamiento ese toque de picardía y diversión que nos haga irresistibles.

Nuestro cuerpo todo el tiempo está intercambiando información y revela continuamente quiénes somos, qué pensamos y cómo nos sentimos en un momento determinado.

Ni siquiera es necesario decir una palabra o ser consciente de esto: tu lenguaje no verbal, tu comportamiento, tus gestos, tu actitud y lo relajado que te muestres junto a ella lo dirán por ti.

Las mujeres tienen la intuición muchísimo más desarrollada que la mayoría de nosotros.

Incluso, muchas veces lo harán a propósito a modo de filtro o un pequeño test que te pondrán para darse cuenta de qué madera estás hecho.

No las culpes.

Mientras nosotros de niños nos devanábamos los sesos para pasar de nivel en ese videojuego, ella ya se las ingeniaba para quitarse a algunos bobos de encima.

Es una forma muy razonable para saber si en verdad eres el chico que ella imagina.

Así que comprendamos la importancia que tiene comunicar nuestro interés sexual y confesar nuestros deseos mientras narramos las sensaciones que vamos experimentando. Claro, siempre desde una perspectiva sincera y adaptada a la situación y a la chica que tenemos delante.

Hay infinitas formas de manifestarle lo susceptible que somos ante su belleza y las sensaciones que nos inspiran sus cualidades.

La mejor forma de hacerlo siempre será gradual, es decir, de menos a más en función de la misma interacción.

Debes propiciar que ella sienta esa tensión sexual cuando está junto a ti.

¿Y cómo la generas?

Bromea, muéstrate despreocupado y relajado a su lado, valora de una forma real sus méritos, búrlate juguetonamente de ella, trátala con irreverencia, haz que el contacto físico entre ambos sea de lo más natural desde el principio, provócala y contágiale todas las sensaciones que ella está provocando en ti.

Que tu actitud juguetona le deje claro que sólo lo haces en defensa propia, pues ella hizo trampa y ya logró dejarte embelesado.

Así es como dejas de parecerte a ese adorable osito de peluche y evitas ser su psicólogo personal para convertirte en ese hombre que la excita y vive en carne propia las fantasías más salvajes a su lado.

2. Entrena tu observación

Observar es mirar con intención, es detectar las cosas que a simple vista no se ven. Y que seguramente la mayoría de chicos pasa por alto.

Agudiza tus sentidos y contéstate estas simples preguntas:

-¿Qué tiene de especial esa chica que tanto te gusta?

¿Será su elegancia al conversar? ¿Su cautivadora forma de mirarte? ¿Su manera tan atenta de escucharte?

O quizás es algo más físico: ¿ese tonito encantador que escuchas cuando te habla? ¿Ese hoyito al lado de su boca que no para de desconcentrarte de la plática? ¿Qué es?

Todos, hombres y mujeres, somos únicos e irrepetibles.

Entrenar tu sensibilidad para observar, detectar y expresar esas diferencias de una forma original va a distinguirte inmediatamente de la mayoría.

Así que ya lo sabes, ¿quieres distinguirte notablemente del resto de pretendientes? Empieza por entrenar tu observación y:

3. Exprésate con originalidad e ingenio

El ingenio es el arquitecto de tus palabras. Es el aliado que utilizarás para embellecer tus conversaciones y hacer tus momentos más especiales.

El ingenio es el mejor cómplice del sentido del humor, y seguramente hablaré de cómo cultivarlo en otro artículo.

Por ahora, la idea es que interiorices que la mejor forma de manejar el coqueteo no es decirle explícitamente que te gusta a modo de confesión.

Si lo haces así, sólo le ofrecerás un panorama inocente, aburrido, predecible y monótono.

Algo que, te lo aseguro, sólo logrará ahuyentarla.

¡Cambia el chip!

La mejor forma de avanzar es implícitamente y siempre de forma gradual.

Ejemplo:

– Interrúmpela cuando te esté contando algo. Y dile con actitud juguetona que ese hoyito de su cachete está jugando sucio, pues te está desconcentrando muchísimo, que si por favor puede repetírtelo todo o mínimo tapárselo.

– Dirige tu mirada coquetamente a sus labios cuando te esté hablando y sonríe. Chivéala.

– Confiésale tiernamente y con tono inocente que te encantaría besarla apasionadamente, pero si resulta que no eres su príncipe azul, corres el riesgo de convertirte en sapo y tendrá que cuidarte y atrapar moscas para alimentarte por el resto de su vida.

– Dile que vas a realizarle el test del espacio vital para ver si son compatibles y si hay química entre ustedes (este test es muy divertido, propicia la cercanía y hará que el corazón se les acelere encendiendo el deseo en ambos, pero me resulta megacomplicado explicarlo por aquí, en serio, prometo encontrar la manera).

¿Lo ves? El truco está en fluir y divertirte junto a ella mientras lo haces.

Antes de querer seducir, tienes que sentirte bien seduciendo, y para eso:

4. Saborea los momentos

Ésa es mi forma de entender la seducción, siempre desde una actitud que me permita saborear los momentos, disfrutar de ella, del entorno y de lo que juntos vamos creando. Soy perfectamente consciente de lo que provoca en mí y soy capaz de expresárselo con precisión, de la manera más natural, sincera, original y espontánea posible.

Así logro que ella se dé cuenta de lo difícil que me resulta resistirme a sus encantos; todo esto en un clima de diversión.

La ayudo a seducirme y logro seducirla al contagiarle las maravillosas sensaciones que me va provocando.

Esta clase de experiencias son las que me hacen sentir vivo.

¿Acaso no es de las experiencias más ricas poder estar junto a la mujer que realmente nos gusta?

Te lo he dicho antes en otros artículos.

La seducción no va de obtener, no va de aprender técnicas o frases mágicas. La seducción va de congruencia, va de ser asertivos al contagiar nuestras emociones y va de disfrutar compartiendo lo mejor de nosotros.

Es fascinante adquirir las habilidades que te den el poder de vivir el tipo de experiencias que deseas.

Claro, siempre desde una perspectiva que implique muchos valores, mucha responsabilidad y mucho sentido de prevención de lo que pueda suceder.

Siempre sin causarle daño a alguien o faltarle al respeto.

Seguramente tú ya tienes esas habilidades.

Quizás sólo haga falta desatorar algunas cosas, reemplazar creencias o pulir algunos comportamientos que puedan estar jugando en tu contra.

Sólo tú conoces la clase de experiencias que deseas vivir. ¡Tienes todo para lograrlo!.

Hacerlo depende de ti.

Un fuerte abrazo.

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