No aguantas más.
Llevas mucho tiempo enamorado en silencio de ella y crees que ha llegado el momento de decirle lo mucho que te gusta, lo especial que es para ti y lo mucho que estás dispuesto a hacer para verla feliz.
Preparas cada mínimo detalle para ese momento mágico donde vas a sorprenderla y piensas que por fin vas a escuchar de sus lindos y sensuales labios que ella siente lo mismo por ti mientras te llena de besos.
Pero cuando pasas de reproducir mentalmente esta hermosa escena a hacerla realidad, su mirada te confunde mientras esperas angustiado su respuesta, percibes que su comportamiento es distante y el rotundo ¡sí! que tanto esperabas se convierte en un no siento lo mismo por ti.
¿Te suena? A mí también.
Y no te culpo, es lo que nos han vendido.
Desde pequeños somos bombardeados constantemente con películas y canciones románticas, algunas muy lindas, por cierto, con las cuales probablemente nos sentimos identificados.
Quizás porque describen a la perfección alguna experiencia que marcó recuerdos en determinada etapa de tu vida o relatan tu situación actual.
En éstas, habitualmente vemos o escuchamos frases y escenas del tipo: Sin ti no puedo vivir, Nadie ocupará tu lugar, He venido a pedirte perdón, Ojalá pudiera olvidarte, etcétera.
Personalmente, no veo nada de malo en disfrutar de una canción o ver alguna película a modo de entretenimiento para pasar un rato agradable.
Pero este tipo de industria contiene ciertos mensajes que, sin darte cuenta, han ido insertándose lentamente en tu cabeza, induciéndote a creencias y comportamientos bastante equivocados.
Por ejemplo, declararle tu amor a una chica sin estar seguro de que ella se siente atraída por ti.
¡Sí! En la vida real puedes ser lo más caballeroso, atento y complaciente que quieras, pero si no se siente atraída, de poco te servirá.
La forma más efectiva es desarrollar tu habilidad para hacer avanzar la interacción y darle un rumbo sexual.
Creando esa atmósfera placentera donde ella se sienta cómoda, se divierta y, tarde o temprano, tu naturalidad, tu coqueteo y tus ocurrencias sellen un lazo emocional entre ambos.
Ser capaz de suministrarle las emociones necesarias en el momento adecuado es el secreto.
Para que logres hacerlo, aquí te ofrezco algunos puntos importantes que te servirán como guía, si aún te sientes algo confundido.
1. Olvídate de declararle tus sentimientos precipitadamente
Si piensas que necesitas declararle tus sentimientos cuanto antes a la chica que te gusta, probablemente aún no estás muy seguro de lo que ella siente por ti.
Ahí está el grave error.
Actuar precipitadamente y mostrar nuestros sentimientos antes de tiempo puede resultar contraproducente y muy incómodo para ella, ya que podría hacerla sentir comprometida y presionada. Nunca lo hagas.
La forma de conseguir que la chica que tanto te gusta te corresponda, es logrando que se sienta atraída por ti.
Para eso:
2. Dale un rumbo sexual a la interacción
Seguramente si piensas en declararte es porque deseas convertirte en alguien especial para ella, hacerla pasar momentos divertidos a tu lado, compartir risas, tomarla de la mano, besarla y hacerle el amor desenfrenadamente.
Pero… ¿quién dice que no puedes hacerlo directamente?
De hecho, hacerlo directamente te ayudará a calibrar la situación y afinará tu intuición para detectar los momentos idóneos donde puedes insinuarle tu interés, dándole la dirección que deseas a la interacción.
¿Mi consejo?
Atrévete a desafiar a la sabiduría popular y recuerda que lo más importante no es pedírselo, sino hacer que se sienta atraída hacia ti.
Tu mirada, tu personalidad, tu sentido del humor, las sensaciones que le provocas al tocarla, tu tono de voz, tus ocurrencias y lo relajado que te muestres frente a ella serán lo que marcará la diferencia y te ayudará a darle un rumbo sexual a la interacción.
Saber detectar a tiempo lo que la hace especial para ti y expresárselo de una forma coqueta, mientras te muestras despreocupado y ambos se divierten, puede resultar más efectivo que cualquier obsequio.
Entonces, en vez de esperar el lugar y ocasión perfecta para mostrarle tus sentimientos, puedes enfocarte de momento en trabajar en ti para convertirte en su mejor opción.
Vuélvete ese chico desconcertante y atractivo que la ruboriza con tan sólo mirarla. Ten metas que te apasionen, expande tu círculo social, vuélvete un hábil conversador.
Si lo haces, te aseguro que siempre se mantendrá expectante y atraída hacia ti.
3. No regales tu amor
Visualiza tu amor como esa clase de joya valiosa y única que te ha costado forjar.
Si estás en el camino hacia mejorarte constantemente en las diferentes áreas de tu vida y te estás comprometiendo a salir de tu zona de confort, mereces respeto.
Y alguien que se respeta no regala su amor.
Al contrario, tu amor e interés hacia ella deben ir en función de cuánto te estimula, cómo es su actitud hacia ti, cómo te habla y cómo se comporta contigo.
Al final, si ella se esmera en mostrarte su versión más dulce y divertida, te sentirás más atraído y emocionado, con lo cual el interés o deseo que sientes hacia ella será el resultado de lo bien que te hace sentir cuando estás a su lado.
Entonces, nunca más vuelvas a regalarle tu tiempo a una chica que se porta fría y desinteresada a tu lado. No tiene caso.
Además, no sería congruente con el hombre que aspiras a ser o en quien, estoy seguro, te estás convirtiendo.
4. Nutre tu vida de experiencias
Esto es lo más importante.
Desde mi punto de vista, si ves que la chica que te encanta aún no está interesada en ti ni le gustas, entonces, en lugar de desanimarte y permitir que tu ánimo decaiga, trabaja en que eso cambie.
Enfócate en ti, en ser más carismático, en hablar y verte mejor, en ser más divertido, más sexual, en definitiva, en ser ese hombre atractivo que transmite emociones intensas.
Y para lograr contagiar esas emociones, primero debes sentirlas y vivirlas en carne propia.
Tu propósito debe ser experimentar, crecer, cultivarte, leer, tener metas que te apasionen, aumentar tu círculo social, ser más observador, estar abierto a vivir nuevas experiencias y aprender constantemente.
Sólo así alcanzarás tu máximo potencial a la hora de relacionarte con las chicas que te gustan, convirtiéndote en la clase de chico que aporta y tiene algo que ofrecer y, créeme, eso es muy, muy, muy atractivo.
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