El Secreto #1 De Los Mejores Actores Del Mundo

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¿Has visto una película en la que un actor hacía tan bien su papel, que por un momento olvidaste que era una película y creíste que era real? ¿Sabías que hay un secreto detrás de ello?

Lo mejor de todo es que ese secreto también lo puedes aplicar a ti y darle un giro radical a la manera en que te comunicas, transmitiendo lo que de verdad quieres. ¿Estás listo para conocerlo?

Ese secreto se llama subtexto. El subtexto es lo que está entre dicho cuando dices algo, es esa intención que está detrás de tu palabras y es la verdadera conversación que sucede cuando hablas con alguien.

Ejemplo:

Entro a un bar y voy a aparentar que soy el dueño del local, en otras palabras mi subtexto es que soy el dueño. Voy bien vestido, llego saludando a los meseros, a los guardias, al bartender y a todo el personal, hablo con la gente que está en las mesas y de alguna manera la gente empieza a notar que soy alguien importante de ahí. Están notando mi subtexto.

Y es que lo sepas o no, en todas las situaciones ocurre un subtexto, o mejor dicho, una actitud detrás.

Este fabuloso truco los actores lo dominan al máximo y es por eso que literal te hacen creer lo que ellos quieren.

Otro ejemplo:

Supongamos que La Roca sea tímido en su forma de ser. Sin embargo, en el papel de su película le toca ser el más rudo, entonces ya te imaginarás lo que se pondrá a pensar a la hora de actuar.

Primero pensará como alguien rudo, actuará como tal y así logrará que tú te lo creas cuando lo veas. Todo eso a pesar de que en realidad él no lo sea.

Si bien no somos o seremos actores, podemos tomar este principio y creer el papel que queramos. ¿Qué te parece el papel de ser alguien atractivo? ¿O el papel de alguien feliz?

Sólo piénsalo, si tu vida fuera una película, tú puedes decidir el actor que quieres ser en ella. ¿Qué papel te gustaría tener?

En lo que piensas la pregunta anterior, te dejo 5 tips que a mi me funcionan bastante bien.

1. ¿Qué piensas cuando dices algo?

Lo volveré a repetir: ¿Qué piensas cuando dices algo? ¿O haces algo? Esto es clave.

Supongamos que estoy en un bar y me acerco a hablarle a una chica para preguntarle: Oye y cuéntame, ¿Estudias o trabajas? y mientras lo digo tengo una actitud de Estoy usando la misma pregunta que todos usan, sería un 99.99% de probabilidad que me rechace.

Sin embargo, si en vez yo voy y le pregunto ¿Nos conocemos o quieres conocerme? y mi actitud es de Es normal que la gente quiera conocerme, tendré mucho mejor probabilidad de éxito.

Es algo difícil explicarlo en un artículo, aunque si lo analizamos más a fondo podrás entender el por qué la frase que leíste en ese libro no te funcionó.

Si tu subtexto es el de Sólo estoy repitiendo una simple frase sonarás falso, sin importar que digas la mejor frase del mundo, si es que existiera. Ellas son más inteligentes de lo que crees y huelen tu actitud desde millas, presta mucho atención a ello.

2. ¿Qué estará pensando la persona que está en frente de ti?

Tampoco es magia, pero si eres observador podrás saber cuando alguien miente, o cuando esa chica ya se interesó en ti. El subtexto aplica para cualquier persona, todos tenemos una actitud detrás a la hora de hacer algo, y si una chica te dice algo, también hay algo entre dicho.

Un ejemplo muy normal es cuando ella te dice Tengo novio. Su subtexto puede ser:

– No creo que podramos ir a más.

– Me gustaste, sólo quería que supieras mi situación.

– No tengo novio, sólo te estoy poniendo a prueba.

Esto tú lo podrás intuir mucho al leer su lenguaje corporal y escuchar atentamente a su voz.

También entendiendo este principio podrás tener mucho mejores conversaciones cuando estés en una cita, por ejemplo:

Ella empieza a contarte de su infancia y lo bien que se la pasó con sus hermanos en aquel parque.

Lo que ella piensa en realidad es: Me siento en confianza contigo y te quiero compartir algo íntimo. Esto tú lo podrás notar y aprovechar para compartirle una historia parecida al mismo tiempo de que piensas y le transmites algo similar.

3. Lenguaje corporal congruente con tu pensamiento

Este es un punto gigante.

Si decidiste creer al filo de la navaja que eres alguien muy seguro de ti mismo, tu pensamiento debe estar coordinado con la manera en que te mueves y hablas. Esto le dará mucho más poder y presencia a tu lenguaje corporal.

Es como en la siguiente imagen:

No sólo es un lenguaje corporal misterioso, sino seguro existió un pensamiento detrás que lo hizo todavía más interesante. ¿Qué fue lo que pensó? Si crees saber la respuesta hazmela saber en mi página de Facebook.

Concluyendo a este punto, si leíste el artículo Cómo tener un lenguaje corporal explosivo y además le agregaste el correcto subtexto, estarás en un muy buen camino.

4. Dale impacto a tus pensamientos

Ok, hasta aquí sabemos que hay que pensar de manera positiva y actuar coordinados a esa manera de pensar. Vamos a subir el nivel.

Si analizas bien no es lo mismo pensar Estoy guapo a pensar DIOS DE MI VIDA, QUÉ SENSUAL ESTOY, ¿Verdad que no?

La primera opción sólo fue buena, la segunda es enérgica, con volumen alto y palabras más potentes que impactan más a mi mente. Ese es el secreto.

Como nadie escucha lo que pienso, entonces en mis pensamientos puedo gritarme, me puedo decir las groserías que más se me antojen, usar las palabras que más me llamen la atención, etc. Nadie lo va a escuchar, eso sí, las personas sólo sentirán la actitud detrás que provocan mis pensamientos.

5. Prueba diferentes pensamientos y practica

Bien dirían, la práctica hace al maestro.

Al inicio sé que será difícil interiorizar esta nueva manera de ver la vida pero creéme, vale totalmente la pena.

En tu mente te recomiendo variar en las palabras (a mi me gusta decirme groserías bonitas), usar diferentes tonos (tonos extranjeros funcionan muy bien), volumen alto (en cada creencia ¡Grita!) y siempre buscando impactar más a tu mente inconsciente, hasta llegar al punto en que esos pensamientos ya estén en lo más profundo de ti y actúen casi de manera automática.

Para finalizar, sólo me gustaría compartirte esta pequeña historia:

Estaba un niño que llegó a su primer día de clases y al llegar a la escuela en la entrada le dan un obsequio. El niño se emociona y se pone contento pensando que había sido el único que había recibido semejante obsequio, era una caja bonita, grande y pesada.

El niño al llegar al salón de clases nota que todos sus compañeros tenían el mismo regalo que él tenía. En ese momento se sintió engañado, triste y mejor decide regresarse a su casa a llorar toda la tarde.

Ya en la noche llega un momento en que por curiosidad decide abrir el regalo que le dieron, lo abre, y nota que el regalo es… UNA MENTE.

La lección aquí es que la mente es un regalo que a todos se nos otorga al llegar a este mundo en una caja muy bonita. El detalle es que pocos decidimos abrirla y mucho menos empezar a utilizarla. Desde hoy podrías hacerlo.

¡VIVE!

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