¿Alguna vez has sentido que tus nervios te traicionan justo cuando más necesitas lucir bien?
Imagina esto: Estás a punto de hablar con alguien que te gusta. Tu corazón late con fuerza, tus manos sudan, tus labios tiemblan y sientes que las palabras se atascan en tu garganta.
Parece que todo está en contra tuya, ¿verdad? Pero, ¿y si te dijera que esos mismos nervios que tanto temes podrían hacerte ver muy, muy atractivo?
La mayoría de la gente ve los nervios como un enemigo. Se esfuerzan por ocultarlos, fingiendo una calma que no sienten y luchando contra sí mismos. Pero aquí está lo que debes saber: Los nervios, manejados correctamente, pueden ayudarte un montón a verte mejor y despertar más atracción.
Piénsalo así: Tus nervios son energía pura. Están ahí porque algo importante y emocionante está sucediendo. Y eso, créeme, puede hacerte ver todavía más atractivo.
El truco está en cómo canalizas esa energía. En lugar de luchar contra ella, en vez de sentir que tienes algo que esconder y de que avergonzarte, aprende a disfrutarla.
Cuando sientas que tu corazón se acelera, no lo veas como algo que llegó a arruinar todo, sino como una emoción que podría mejorar todo.
Cuando notes que tu voz tiembla ligeramente, no lo interpretes como debilidad, sino como emoción. Estás vivo, está pasándote a ti, y es tan interesante, que hace que tus labios tiemblen.
¿Tú crees que las demás personas no sienten nervios? Claro que sí, igual que tú. ¿Y cómo crees que lo resuelven ellos? La mayoría no lo resuelven, así como tú, antes de ver esto.
El hecho de que sientas nervios y los disfrutes, eso está muy por encima de lo que hace cualquiera. Es una gran demostración de valía.
La confianza no es nunca sentir nervios, sino el coraje y la habilidad de actuar a pesar de ellos. Y esa habilidad, esa valentía de sentirte vulnerable, pero además ser auténtico, y todavía, además, disfrutarlo. Es algo increíblemente atractivo.
Imagina que te acercas a alguien que te interesa, luego entonces, en lugar de tratar de ocultar tu nerviosismo, lo reconoces, lo disfrutas, sonríes y dices: “Sí, no lo puedo ocultar, estoy emocionado”.
Ese nivel de honestidad y autenticidad es único, porque nadie resuelve con esa inteligencia las cosas, la mayoría hace lo que la mayoría, fingir, y, por eso, esto es muy atractivo.
Los nervios, cuando aprendes a disfrutarlos, demuestran mucha seguridad, comunican algo muy poderoso: Que la persona te importa, que estás emocionado, y que aún así disfrutas y te desenvuelves bien. Eso, por más sencillo que parezca, no lo hace cualquiera.
Hasta aquí ya está bien, ya eres sobresaliente, pero aún hay más.
Los nervios, cuando los manejas bien, pueden ser el combustible para una interacción más espontánea, más emocionante y con mejor energía.
Eso que hace que tus manos suden, también hace que tus ojos brillen, que seas más expresivo, que tu voz proyecte más emoción. Y todo esto, en realidad, es muy atractivo.
La clave está en reinterpretar tus sensaciones. Ese cosquilleo en el estómago no es ansiedad porque viene algo malo, es emoción porque viene algo bueno. Esa respiración acelerada no es miedo, es entusiasmo.
Cuando cambies tu perspectiva sobre tus nervios, vas a cambiar la energía que proyectas.
Hasta aquí ya está muy bien, pero todavía hay más.
Tener el valor de mostrarte vulnerable, admitir que estás nervioso, y hacerlo desde un ángulo positivo y auténtico, todos son demostraciones de valía.
No cualquiera tiene el coraje para hacer eso. No cualquiera tiene la inteligencia. No cualquiera tiene esa honestidad. No cualquiera sabe aplicar todo esto, y menos aún, en el momento en el que más difícil se vuelve.
Toda la gente cuando se siente expuesta, se oculta, y tú no. Tú te muestras, te expones. Eso es una demostración de valía.
Entonces, la próxima vez que sientas que los nervios van a apoderarse de ti. No, no. Eres tú quien va a apoderarse de tus nervios.
No los ocultes, transfórmalos, canalízalos. No los combatas, aprovéchalos. Convierte esa energía destructiva en una energía constructiva. Y eso, solo depende de tu inteligencia y tu actitud en ese momento difícil.
Gestionar bien lo que sientes es una cualidad muy sobresaliente, porque casi nadie la tiene. Y sentir nervios, gestionarlos bien, y aún así desenvolverte atractivo, eso es todavía más atractivo.
¡Arre!
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