¿Qué Tan Extraordinario Eres? – 5 Crueles Lecciones Que Te Dará La Vida Para Obligarte A Madurar

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1. Estás solo.

El título del video dice crueles, y no mentí. Este es uno de los puntos que puede llegar a sonarte más aterrador: Estás solo.

Puede ahora mismo haber gente a la que de verdad le importes, que te ame incondicionalmente, gente que daría su propia vida por ti.

Puede que haya gente deseando tu libertad, tu bienestar, tu felicidad y tu éxito, más de lo que tú mismo lo deseas.

Y aun así, realmente, estás solo.

Estás sólo porque nadie tiene voluntad sobre tu voluntad, nadie tomará acción por ti.

Nadie aprenderá por ti las lecciones más importantes de tu vida. Nadie construirá tu éxito.

Nadie creará en ti los valores que sólo tú puedes y debes crearte.

La gente que te ama puede ayudarte, puede sostenerte, puede impulsarte con su fuerza. Puedes depender, claro.

Pero la desventaja de eso, es que si no adquieres fuerza ni experiencia propias, no podrás impulsarte y levantarte por ti mismo porque nunca aprendiste a hacerlo.

Tómalo como quieras, pero es verdad. Estás solo.

En la construcción de tu propia vida, estás solo, y nadie más que tú puede recorrer con sus propios pasos ese camino.

Hay una frase… Dice que nunca aprenderás a ser fuerte, hasta que ser fuerte, sea la única opción que tengas.

Quizás, sea verdad. Pero por qué no aprender a ser fuerte antes de que esa sea tu única opción.

2. La gente va a sorprenderte para bien, y también va a decepcionarte.

La gente de la que no esperabas nada, a veces es quien más sorprende.

Por otra parte, la gente en la que más creías y confiabas, a veces, muchas veces, decepciona, y van a decepcionarte.

Las primeras veces será inevitable, y sólo te quedará aprender a seleccionar muy bien, a mirar más allá de lo que las personas desean parecer.

Es verdad. No dejaremos de caer en la trampa de sentirnos atraídos, obviamente, hacia las personas más atractivas.

Hacia las más seguras y más brillantes, porque así funciona esto, y tú no vas a cambiarlo.

Pero muchas veces, las personas que parecían menos atractivas y menos carismáticas, son las que de verdad poseían la sustancia más valiosa en su corazón y su mente.

Debes aprender a reconocer el verdadero valor en las personas que a primera vista no parecen tener gran valor.

Debes aprender a reconocer el valor en el libro con la portada rota y las hojas gastadas.

También debes aprender a reconocer el falso valor de las personas que a primera vista parecen las más populares y atractivas.

Porque el recipiente vacío pero de bonitos y engañosos colores, sigue siendo vacío, y basura.

La popularidad meramente superficial, el dinero por el dinero, y los lujos banales, son basura al final del día.

Las promesas fáciles y olvidables, las palabras bonitas pero deshonestas, la gente bella por fuera pero vacía por dentro, también son basura.

Suena muy incómodo, pero estamos rodeados de basura, y debemos aprender a distinguir si queremos elegir bien.

Es la gente que de verdad conoce el valor del trabajo, el valor del tiempo, el valor de la gratitud, el valor de la dignidad, la que realmente vale.

Es la gente que conoce el verdadero valor de una sonrisa sincera, de la empatía o de una promesa, quien realmente vale.

Y tristemente, muchas veces, esa gente, la gente que más vale, es la que peor juega el juego social, es la que menos sabe proyectar su verdadera valía.

Y por eso no saben hacerse valorar como se debe, y por eso se pierden entre la multitud, y por eso desaparecen.

Por eso no saben reclamar lo que les pertenece, porque tristemente, la sustancia no lo es todo. También hay que aprender a jugar el juego.

3. Debes aprender el significado real de hacerte responsable.

Tan pronto como puedas, debes dejar de ser un estúpido niño caprichoso incapaz de hacerte responsable.

Llorar y quejarte pasivamente sin tomar acción, ¿soluciona tu problema? No.

Poner pretextos, y razones, y justificaciones, para convencerte y convencer a la gente de que no estaba en ti, ¿te lleva a lograr lo que deseas? No.

Dejar pasar el tiempo sin mover un dedo, ¿hace que las cosas sucedan y las oportunidades se presenten y se aprovechen solas? No.

La maldita costumbre de dejarte aplastar y esconderte con miedo en ese pequeño rincón, ¿derrotará algún día al enemigo que debes vencer? No.

Seguir la misma estrategia obsoleta de siempre porque no deseas cambiar tus malos hábitos de conducta y pensamiento, ¿funcionará algún día? No.

Mil veces no, así no. Lo que tienes que hacer es hacerte responsable.

Y no sólo tienes que hacerte responsable con lo que deseas, sino también con lo que dices y prometes.

Porque decir cosas y hacer promesas sólo porque suena bien, porque sirve de placebo, también es basura.

Hacerte responsable significa que sabes que este es tu momento, que es tu turno tomar acción. Ahora te toca a ti.

4. Hablar sólo porque tienes boca y desperdiciar las palabras como si no valieran nada, no se vale.

Quizás pienses que no aplica para ti, pero, ¿quieres ejemplos?

¿Les has dicho te amo a tus padres? Déjame decirte que quizás, no vale.

La única forma de demostrarlo de verdad, es hacerles el regalo de verte responsable.

Independiente, fuerte, grande, íntegro, agradecido, capaz.

Y si no, quizás no les amas como dices.

¿Has llorado la pérdida de un ser querido? Déjame decirte que las lágrimas, no valen. Sólo son el cuento dramático que te quieres creer.

La única forma de demostrar respeto y amor al recuerdo de un ser querido, es valorar tú, tu vida, y hacer que si esa persona estuviera presente, se pudiera sentir feliz y orgullosa por ti.

Y si no, quizás no le tienes el respeto y el amor que dices que le tienes. ¿Eran reales tus lágrimas, o solo una pantalla para pasar el momento?

¿Te has ilusionado como un niño al pensar en algo que ambicionas y deseas?

Déjame decirte que desear, es fácil. Cualquiera desea. No se requiere de absolutamente nada, para desear.

Pero no deseas ni ambicionas de verdad, si alguna vez te has planteado renunciar o si estás dispuesto a dejarlo pasar sólo porque empezó a ponerse difícil.

No deseas ni ambicionas de verdad, si no estás dispuesto a continuar aun cuando el reto parece invencible y cuando todo parece ir en contra.

¿Alguna vez has dicho gracias? Pues quizás, otra vez, no vale.

Decir gracias, sólo es una palabra, y no necesariamente significa gratitud.

Gratitud es hacer que el amor, el esfuerzo y el tiempo que una persona puso en ti, se conviertan dentro de ti en algo gigantesco.

Gratitud es demostrar cuanto valoras el gesto que una persona tuvo contigo. Y si no, no es gratitud.

5. Sólo las pruebas más grandes y las experiencias más difíciles, forjan a las personas extraordinarias.

¿Qué bonito sería no? Todo a la mano, todo rápido, todo sencillo. Pero despierta. No es así.

Deseas, ambicionas, te ilusionas, añoras ser esa persona extraordinaria, pero despierta.

Deseando, ambicionando, ilusionándote pasivamente… Así no se alcanza ni se construye nada.

Tienes que atreverte, tienes que moverte, tienes que ponerte a prueba, tienes que caer noqueado algunas veces.

Realmente, es sólo en los momentos extraordinarios, cuando puedes demostrar que eres una persona extraordinaria.

Y quién sabe. Quizás este sea tu momento extraordinario. Quizás sí seas una persona extraordinaria.

Pero el quizás, no basta. Tienes que demostrártelo, cada puto día. ¡Arre!

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