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Lo es:
Si te corresponde…
Si tiene iniciativa…
Si desea crecer juntos…
Si sonríe al verte feliz…
Si parece sentir orgullo por ti…
Si su compañía te hace mejor persona…
Si su trato te hace sentir importante…
Si te hace sentir que su vida te incluye…
Si tu placer le importa tanto como el suyo…
Si ve en ti tu valía y te reconoce por ella…
Si nota las cosas pequeñas y grandes que haces por ambos…
Si tus necesidades parecen tan importantes como las suyas…
Si no concebiría jamás ningún tipo de menosprecio, desprecio o maltrato…
Si no se conforma con haberte gustado, si quiere crecer y gustarte aún más…
Si te sorprende con cierta frecuencia con muestras de cariño que no te esperabas…
Si le gustas por distintas cosas pero más aún, por lo que haces y por cómo piensas…
Si quiere escucharte, conversar contigo, aprender de ti y saber quién eres, qué quieres y qué te motiva…
Y si alguna, o varias de estas, no, quizás no sea tu persona ideal.
¡Arre!
