Puede que seas fuerte, valiente, divertido, inteligente, puede que seas hombre, o mujer, joven, o no, pero como tantos, eres otro si alguien te rompe el corazón.
Tan otro que eres capaz de volverte estúpido e intentar, sin darte cuenta, soluciones torpes, absurdas o extremas para que esa persona vuelva.
Como pretender que lo haga por obligación, por compasión, porque te lo mereces, porque hiciste mucho, y ¡carajo!, debería quererte, te lo debe.
De lo que no te enteras, es que si tienes el corazón roto, estás transformado en otra persona, y lo que fácilmente verías que está mal, que es patético y que jamás deberías hacer, ahora no lo ves.
Tú tendrías dignidad, actuarías con inteligencia, de manera sana, pero ahora no estás, ahora no eres tú.
Despierta, porque si no, ese pasajero periodo temporal de absoluta estupidez se quedará más tiempo del que debería.
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Amas a esa persona, le extrañas como nunca, no puedes aguantar más y te carcomen las ganas de que algo le haga razonar y darse cuenta de que está equivocándose.
¡Cómo carajos querría estar lejos de alguien tan bueno, tan valioso y que le quiere tanto como tú! ¿No es cierto?
Mueres del deseo de recibir un mensaje de esa persona, te rompe la ilusión que toque a tu puerta de repente, te abrace como la primera vez y te pida volver.
Pues es muy posible que eso no pase, porque entiéndelo, ahora mismo eres otra persona y si no razonas, tú, quemarás esa mínima posibilidad de volver, si es que había.
Date cuenta. Tu desesperación, tu desilusión y tu desconsuelo están borrando del mapa a la persona eres.
Si dejas de ser lo genial, divertido, positivo, fuerte y elocuente que te hacía ser amado, ¿cómo vas a ser amado ahora?
¿Así?, ¿convertido en tan solo unos simples trozos de lo que eras?, ¿sostenido apenas de los recuerdos, canciones, fotos y mensajes en los que vives refugiado?
No, así nunca. Si quieres forzar a que con esta versión de ti, con sucios y desesperados intentos esa persona cambie de parecer y vuelva, no va a cambiar, no va a volver.
Aférrate a seguir mostrándole la peor versión de ti, y te aseguro que ni de broma se le ocurrirá pensar que se equivocó al partir.
Reafirmará y se habrá ido para siempre. Si tenía dudas, desaparecerán. Vas a convencerle de que está muchísimo mejor lejos de ti, sin ti en su vida.
Eso es lo único que lograrás con lágrimas y quejas, con mensajes, cartas, con súplicas y regalos, con ese estado anímico derrotado y depresivo.
Lo sé. Sé que eso es lo último que quieres, pero… ¿cómo quieres que parezca que puedes aportar algo bueno a la vida de alguien más si parece que no puedes hacerlo con tu propia vida?
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Así que si rompiste ayer como si fue hace mucho, y quieres llorarle, rogarle, evítalo. Si quieres reclamarle por qué partió, evítalo.
Si quieres gritarle, jalonearle o exigirle que vuelva porque estás desesperado, muérdete la lengua, amárrate las manos, y evítalo.
Jamás permitas que esa versión sea el último recuerdo que alguien tenga de ti, porque creerá que siempre fuiste así.
Bueno, depende… Y no es sarcasmo… Si lo que quieres es alejarle de ti para siempre, entonces sí, haz todo esto.
Si lo que quieres es borrar del futuro cualquier nueva posibilidad, entonces sí, continúa siendo la versión estúpida que llegó a remplazar a la persona que eres.
Ahora. Si ese no es tu plan, y por más difícil que sea, exorcízate como puedas y expulsa a la versión estúpida de dentro de ti.
Echarla no será fácil y no te hará sentir mejor enseguida, no evitará que resientas y llores, no borrará la tristeza ni los sentimientos, sólo significa que vas a esforzarte, vas a superarlo.
Vas a enfocarte, vas a concentrar tu coraje, tu tiempo, tu energía y tu voluntad en el tipo de acciones que te devolverán a la persona que sí eres, y mejor.
Porque supongo que eres una fantástica gran persona, y si no, no tienes preguntas sino respuestas: Conviértete en esa fantástica gran persona.
En alguien de quién sea fácil sentirse atraído, a quien cualquiera querría a su lado, en alguien capaz de superar esto.
Alguien capaz de levantarse, alguien de quién enamorarse, y si fuera el caso, en alguien de quién volver a enamorarse.
Quizás esa persona vuelva, quizás no, pero tanto si sí como si no, conviértete en tu versión chingona, cabrona, sana, capaz, libre, inteligente.
Conviértete en alguien atractivo por fuera y por dentro, alguien a quien tú mismo querrías ver… al volver.
Si puedes lograr esto aun sintiéndote derrotado, sin fuerzas, sin ganas de nada y roto en pedacitos, entonces serás capaz de lograr cualquier cosa.
Puede que seas afortunado y que esto que te está pasando ahora no sea malo sino útil, porque a partir de ahora trabajarás tanto en ti que vas a comprobar tu capacidad de superar lo que sea.
La tristeza no partirá ahora, seguirás sintiéndote terrible, pero vas a continuar, trabajarás tanto en ti y serás tan terco y tan insistente en mejorarte, que agradecerás con lágrimas de orgullo haber pasado por esto.
Ese es tu primer paso si ahora o algún día te sientes derrotado: Dejar de comportarte como un estúpido, porque no lo eres. ¡Arre!
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